El 21 de Mayo de 1950 a la una y media de la tarde, se produjo uno de los peores terremotos que sacudió la ciudad del Cusco de los que se tenga registro, casi tan devastador como el del año 1650. Cusco no volvería a ser la apacible ciudad que todos conocían, muchas casonas serían derruidas, calles ensanchadas, abiertas nuevas avenidas y empezaría una expansión urbana que cambio la faz de esta antigua ciudad. Quedará de seguro en la memoria e la generación de nuestros padres y abuelos el amargo y triste recuerdo de haber vivido esa hecatombe.
Queda como testimonio visual de dicha catástrofe, las fotos capturadas por el fotógrafo Eliot Elisofon quien fuera enviado a cubrir el desastre por la revista LIFE de los Estados Unidos. La revista LIFE tiene un valiosísimo registro fotográfico con millones de fotografías de todo el mundo disponibles a través del internet, las mismas que pueden ser usadas libremente con el afán de difundirlas y siempre y cuando sea sin fines de lucro.
Dicho registro fotográfico se encuentra disponible a través de Google y es muy sencillo navegar a través de su motor de búsqueda para maravillarnos con esas imágenes que retratan el siglo XX desde una óptica bastante diferente.
Según la Misión Kubler, los daños se calculaban en 33 millones de dólares (de la época), 3,000 casonas destruidas. Quedaron sin techo 40 mil cusqueños, 15 mil se instalaron en carpas en campos de deportes, calles y plazas", anota en su libro Paulo de Azevedo.
Es importante tener presente que estos fenómenos se repiten con una conocida frecuencia y poder destructivo cada cierto periodo de tiempo, debemos ser consientes de los riesgos reales a los que estamos expuestos y no debemos olvidar, sobre todo las nuevas generaciones que bajo nuestros pies siguen vivos los fuegos ígneos forjadores de la faz de lo que hoy conocemos como nuestra ciudad.
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